Estos son mis hijos

Tengo 4 perros: Bruno y Sasha son Bassethound, Sofi es un cruce de Basset y Simón es un criollo.

El primero en llegar a mi vida fue Bruno, ya tiene 10 años, tiene artritis y un genio de abuelo repelente que lo hace único, de cariño le decimos Gruño, por que gruñe si lo acaricias, si lo regañas , si se acuesta o si se levanta, es como si estuviera enojado con todo el mundo, pero es un perro muy feliz.

Después llegó Sasha, la princesa, abandonada en una peluquería y amada en este hogar, es todo lo contrario a Bruno, jamás la he visto enojada, no gruñe si no que hace como pucheros, creemos que debe tener unos 3 años, de los cuales lleva uno con nosotros, de lo tierna parece un postrecito, todo en ella es delicado, la forma en la que recibe comida, en la que te lame, como pide que la saquen... en fin

Simón, el criollo, lo mejor de todas las razas en una sola, digamos que coges el color de un Golden, la agilidad de un Collie, la intensidad de un Schnauzer y la inagotable energía de un Fox terrier, ese es Simón, el ya era de la familia por que vivía con mis primos, pero como nos pasamos a vivir cerca de él, nadie lo sacaba de mi casa, se hizo súper amigo de Sasha y se ganó mi corazón, así que hablamos con la familia y decidimos que haría parte de nuestra manada, es el perro oficial de vigilancia siempre nos da aviso si alguien aparece por ahí, sea un humano, un animal, o un pájaro (le ladra a todo).

Sofia, siempre le digo Sofi, me encanta que tenga nombre humano, claro que ella aún no esta segura cómo se llama por que a veces no hace caso, Sofi apareció un día como por arte de magia, nadie sabe cómo llegó, ni de dónde salió, solo sé que la vi una tarde con unos trabajadores y pensé que era de ellos, salí a caminar en la noche y la encontré dormida en una manga, entendí que no tenía hogar, así que subía todos los días a darle de comer y beber, hicimos una campaña en redes para conseguirle un hogar, las personas nos ayudaron con la compra de algunas cosas para pagar su esterilización y vacunas, pero no logramos despertar un real interés en nadie… al pasar el tiempo decidimos que este era ya su hogar, había hecho amistad con los demás peluditos y nos robó el corazón.